La Casa Blanca inauguró una sección en su sitio web para destacar publicaciones con las que discrepa, con un denominado “salón de la vergüenza” de artículos periodísticos, en una profundización de su arremetida contra la libertad de expresión y el derecho a la información, que encabeza el presidente Donald Trump y que incluye frecuentemente expresiones discriminadoras e insultantes.
La presidencia hizo el anuncio en un comunicado oficial en el que expresó que “el portal, que se puede clasificar y actualizar periódicamente, garantiza que ningún bulo (noticia falsa), ninguna ficticia ‘fuente anónima’ y ninguna calumnia partidista vuelvan a caer en el olvido”.
Agregó que el espacio “expone a los ‘periodistas’ infractores y sus medios, junto con los hechos reales que intentaron ocultar, tergiversar o inventar. Completamente clasificable y actualizado periódicamente, garantiza que no se vuelvan a borrar los bulos, las fanfictions anónimas ni las difamaciones partidistas”.
Junto con la cuenta de respuesta rápida de la Casa Blanca en X, la administración de Trump, dice el anuncio oficial, sigue “contraatacando en tiempo real para garantizar que el pueblo estadounidense reciba la verdad sin filtros: sin filtros ideológicos, sin manipulación corporativa, solo los hechos para que puedan decidir por sí mismos”.
EL ATAQUE PERMANENTE DE TRUMP
Trump tiene una política de hostilidad permanente a medios convencionales, a veces con groserías y ataques personales que le sirven para estar siempre en primer plano. La estrategia es la que le dio grandes resultados en sus dos campañas presidenciales, organizadas con un uso intenso de las redes y plataformas digitales para dirigirse directamente a la ciudadanía, con prescidencia de diarios, revistas y emisoras audiovisuales tradicionales.
Trump tiene en el presidente argentino, Javier Milei, un imitador constante, aunque en el país grandes grupos de medios convencionales lo respaldan, en especial por el modelo económico ultraliberal que intenta imponer.
En las primeras publicaciones del sitio creado por el gobierno estadounidense fueron atacados tres medios, Boston Globe, CBS News y The Independent, incluidos en una sección llamada “medio infractor de la semana”.
IRA OFICIAL POR LA DENUNCIA DE CRÍMENES EN EL CARIBE
La embestida se debió a artículos en los que esos medios incluyeron la reacción de Trump contra legisladores demócratas que criticaron las acciones militares hostiles que Estados Unidos puso en marcha contra Venezuela en el Caribe, que incluyen el ataque con misiles a embarcaciones, con la excusa de que transportan drogas, aunque hay denuncias reiteradas de que son embarcaciones que navegan con pescadores.
Algunos legisladores demócratas advirtieron que este tipo de acciones pueden ser consideradas crímenes de guerra y advirtieron a los jefes militares que la Constitución los ampara si resuelven no obedecer órdenes ejecutivas contrarias a la ley. Ante ello, Trump reaccionó diciendo que esos congresistas cometieron “traición a la patria” y que pueden ser castigados con la muerte.
La inclusión de esos medios como supuestos “infractores” se debe a que ahora la Casa Blanca pretende esconder que ese pronunciamiento de Trump comporte una amenaza de muerte, cuanto menos indirecta. La reacción oficial los acusó también de “insinuar subversivamente” que Trump imparte órdenes ilegales, algo que en el caso de sus ataques en el Caribe parece estar demostrado claramente, aún bajo la hipótesis de que las lanchas bombardeadas pertenecieran a narcotraficantes.
Como es sabido, Trump bautizó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, como “narcoterrorista”, y viene amenazándolo reiteradamente con un ataque a ese país.
CONVOCATORIA A LA CIUDADANÍA
Para alimentar al portal, el gobierno de Trump convocó a la ciudadanía a hacer aportes, al expresar que “los llamados ‘periodistas’ han hecho imposible identificar cada historia falsa o engañosa, por lo que la ayuda del pueblo estadounidense es esencial”.
La política del gobierno contra la libertad de expresión, el derecho a la información y el pluralismo incluye gran cantidad de acciones, entre ellas restricciones a ciertos medios en la sede presidencial y prohibición a periodistas para presentarse en oficinas públicas en las que nunca habían tenido problemas.
La agencia The Associated Press demandó al presidente por impedir a sus periodistas y fotógrafos la presencia en algunos sectores de actividad gubernamental, como la oficina oval y el avión presidencial.
Medios estadounidenses recordaron, en este contexto, los insultos personales más recientes del presidente. “Silencio, cerdita”, conminó a una periodista en el avión presidencial; a un representante de un diario lo llamó “feo, tanto por dentro como por fuera”, y a otra periodista la calificó como “reportera terrible”.

